DEJAR DE SER NEGATIVO
Muchas veces, las personas negativas, creen que son superiores de las positivas a las que consideran más ingenuas, inocentes y débiles; creen poseer la verdad absoluta de la realidad y vivir sin vendas ni engaños. Pero esto es completamente falso. Están cubiertos con la venda de la negatividad, una venda que nos les permite ver la parte positiva de la vida y que, por tanto, les lleva hacia un camino gris, triste y poco amigable.
Lunes, 17 de febrero de 2020
Dejar de cultivar un pensamiento negativo es algo esencial para cambiar de rumbo en tu vida y empezar a creer en las posibilidades que tienes y dejarte explorar otros aspectos de tu persona y, también, de la vida. La negatividad hace que nos impidamos avanzar, que nos bloqueemos y que nos quedemos estancados en nuestro terreno seguro y controlado.
A continuación voy a ayudarte a que sepas cómo dejar de ser negativo con algunos consejos que seguro que te ayudarán a empezar a luchar contra este sentimiento que te impide seguir creciendo.
Por qué ser negativo afecta a nuestra felicidad
“Es imposible”, “No saldrá bien”, etcétera, son algunas de las frases que, mentalmente, las personas negativas suelen repetirse internamente de una forma que, casi, roza la inconsciencia. Son como una especie de “mantras” que aparecen en la mentalidad y que nos terminan convenciendo de que, realmente, no saldrá bien y que mejor que dejemos de intentarlo.
Quiero puntualizar que es natural que nos surjan dudas e incertidumbres a lo largo del día. Somos seres indecisos y que nos pasamos la mitad del día tomando decisiones que no siempre son fáciles; por tanto, es lo más normal del mundo que, de vez en cuando, te aparezca una vocecita mental que ponga en duda tus capacidades o que tenga un pensamiento negativo acerca de lo que intentas hacer.
Es natural, sí, pero no tiene que convertirse en nuestra esencia. Escucha ese pensamiento que surge en tu mente, valora lo que te está haciendo reflexionar pero nunca te conviertas en él, nunca dejes que tome el control de tu vida y que termine siendo el máximo vencedor de la balanza. En cualquier proyecto o acción que realices, tienes la posibilidad de que salga bien o mal y si estás pensando todo el rato en que va a salir mal, seguramente no lo pondrás todo el empeño ni entusiasmo para que termine saliendo bien y, por tanto, aún te reafirmarás más en tu negatividad. Es un círculo vicioso que se tiene que romper de inmediato pues si algo está claro es que si tú no crees que algo pueda salir bien, no lo saldrá.