OMEGA 3 Y LOS NIÑOS

Durante el primer año de vida no hay ninguna duda de que los ácidos grasos esenciales son muy importantes para los niños, ya que están en una fase de desarrollo y necesitan importantes cantidades de DHA, no pudiendo el organismo producirlos por sí mismo.

Miercoles, 12 de septiembre de 2018

Cuando el niño ha cumplido un año, el cerebro está formado; tras esa fase, únicamente hay que reponer el DHA consumido para mantener el nivel adecuado de este ácido graso Omega 3.

¿Entonces? ¿Ya no hace falta suplementar la dieta del niño con Omega 3? Es muy conveniente suplementar la alimentación del niño con Omega 3 (siempre de alta pureza y calidad, con total garantía científica).

En la literatura científica el problema de las lesiones cerebrales en niños causadas por fenómenos de estrés oxidativo son ampliamente conocidas y están ampliamente documentadas. Este estrés oxidativo puede haber sido causado por circunstancias como una infección viral durante o después del embarazo, una madre fumadora o que haya consumido demasiado alcohol durante el embarazo. Hay muchas situaciones, entre otras las mencionadas, que pueden causar estrés oxidativo en los niños.

Sabemos que este estrés oxidativo provoca inflamaciones en el cerebro, de mayor o menor intensidad dependiendo del nivel de estrés. Además, sabemos que una dieta demasiada rica en omega 6 y pobre en pescados ricos en omega 3 favorece la formación de inflamaciones crónicas que al final terminan con la muerte de las células afectadas.

También sabemos que un trauma psicológico vivido en las primeras fases de la vida puede favorecer:

    Alteraciones en el comportamiento social y agresividad.
    El desarrollo de la Hiperactividad (ADHD) y/o falta de concentración del niño.
    El desarrollo de la Trastorno del desarrollo de la coordinación -Development Coordination Disorder (DCD).
    El desarrollo de Dislexia.
    El desarrollo de depresión, ansiedad y falta de sueño.

Tener un nivel óptimo de Omega 3 en el organismo (a lo que sin duda puede ayudar la suplementación de omega 3 de origen natural) puede ayudar a estos niños a mejorar y desarrollar una vida más normal.

Uno de los ejemplos más claros es el de niños hiperactivos. Actualmente hay un número muy elevado de niños diagnosticados de “hiperactividad”. En Estados Unidos estas cifras se elevan a un 10% en niño y un 7% en niñas… de acuerdo a nuestra opinión, estas cifras incluyen tanto niños hiperactivos como niños excesivamente nerviosos o movidos, no necesariamente niños con un trastorno serio como es la hiperactividad.

Frente a los psicofármacos que habitualmente toman muchos niños hiperactivos, o simplemente muy nerviosos o movidos, que tienen efectos secundarios muy serios, la alternativa de suplementar su dieta con Omega 3 y posibilitar la reducción de las dosis de psicofármacos se presenta como uan posibilidad esperanzadora, como un éxito enorme. Diversos estudios han asociado la presencia de hiperactividad con un nivel muy bajo de EPA en sangre…cuestión nada extraña habida cuenta de la abundancia de productos ricos en omega 6 (y pobres en omega 3) en la dieta de los niños y adolescentes doy en día…¡hay niños que no prueban el pescado en semanas, en meses!

Entonces, ¿de dónde sacan el EPA para combatir las inflamaciones crónicas en su cerebro? Como siempre, el equilibrio entre los omega 6 y los omega 3 en nuestra dieta importa, y mucho. No es muy probable que consigamos que los niños reduzcan su ingesta de alimentos ricos en omega 6. Pero sí está en nuestra mano ayudarles suplementando su dieta con productos Omega 3 ricos en EPA (mínimo 1 g EPA por día, lo cual corresponde a 1-2 cucharadas Natural Omega 3 niños al día). Debido al hecho de que muchos niños no les gusta tragar cápsulas es recomendable darles cada día una cuchara o dos de 5 ml de aceite de pescado azul, directamente o mezclado con un yogurt, ensalada o algo tan rico para ellos como un helado.

Es importante elegir un aceite de pescado de muy buena calidad, altamente desodorizado y decontaminado – es decir, sin sabor ni olor a pescado.

Un producto de alta calidad como Natural Omega 3 niños se conserva perfectamente en la nevera durante el plazo de un mes, libre de olor y sabor a pescado, plazo más que suficiente para el consumo de todo el frasco. Entre todas las posibilidades, el aceite de pescado procedente de sardinas y/o anchoas es ideal porque lleva más Omega 3 EPA que DHA. El aceite de salmón, por su parte, a menudo aporta al organismo más Omega 3 DHA que EPA.

Ambos ácidos grasos son importantes, por lo que tomar un producto con un adecuado equilibrio es fundamental. Varios estudios han demostrado que una suplementación de entre 1-3 g EPA (que se consigue con 2-3 cucharas de postre de Natural Omega 3 niños) puede reducir los síntomas de hiperactividad en niños, mejorando su comportamiento social, pudiendo reducirse e incluso evitarse tener que administrar a los niños otro tipo de medicamentos.

También, en el tratamiento de dislexia y trastorno del desarrollo de la coordinación un suplemento de Omega 3 EPA de 1-2 g (por ejemplo 2-3 cucharadas de 5 ml Natural Omega 3 niños) por día mostró buenos resultados. Y todo, absolutamente sin efectos secundarios y por lo tanto sin riesgo para los niños.