MIEDO PSICOLOGICO

Hoy vamos a hablar sobre algo tan conocido por todos y al mismo tiempo desconocido, nuestros distintos tipos de miedos. Vamos a tomar la siguiente definición de qué es el miedo: Al hablar sobre el miedo, nos estamos refiriendo a esa emoción que pretende mantenerte a salvo y vivo a través de provocar una serie de sensaciones de angustia, tensión y ansiedad que lleven a alejarte de aquello que a priori, resulta amenazante para tu supervivencia.

Jueves, 24 de mayo de 2018

 
Lo que provoca el miedo en nosotros depende de la situación y de la personalidad de cada uno, es posible que el miedo lleve a limitarte e impedir que hagas algo que podrías hacer perfectamente, o por el contrario puede llevarte a actuar impulsivamente sin pararte a pensar si internamente consideras que es la mejor opción que tienes.
 
Es una de nuestras emociones primarias, y aunque desagradable, en ocasiones es muy necesaria para no actuar temerariamente. Esa emoción es tremendamente útil, pero hay que distinguir entre dos tipos de miedo diferentes.
 
El miedo con un origen real y el que tiene un componente psicológico imaginario. La función primordial de esta emoción es mantenerte alejado de los peligros y asegurar tu supervivencia lo máximo posible.
 
Tipos de miedos, significado de miedo actualmente
Tenemos que reconocer que es muy eficaz en su tarea, resulta tan sumamente desagradable que puede llegar a paralizarnos en alguna tarea y que la evitemos por no enfrentarnos a nuestros temores. El problema no está en sentirlo, sino en tenerlo cuando no hay motivo real. Y es que los seres humanos solemos hacer eso, nos gusta pensar, y en ocasiones demasiado. Les damos mil y una vueltas a las situaciones que están a nuestro alrededor y llegamos a imaginarnos el peor de los escenarios posibles. Que no tiene porqué ser el más probable, y en muchas ocasiones, ni siquiera llegaría a ser tan perjudicial como nos lo imaginamos.
 
 El miedo es útil en situaciones que podrían poner tu vida en peligro. Está en el acerbo genético de nuestra especie sentir temor como medida de protección. ¿Porqué tenemos que sentir miedo? El motivo de porque sentimos miedo es la ventaja evolutiva que supuso. El problema está cuando usamos este recurso más de lo necesario, en ocasiones el miedo está desfasado en nuestra vida moderna. Esa emoción intensa estaba diseñada para situaciones peligrosas, en el mundo actual estos peligros se han visto reducido hasta prácticamente no tener porqué preocuparse realmente.
 
 Miedos reales y psicológicos
He de reconocer que decir miedo psicológico me escama un poco el alma ya que todas las emociones son psicológicas (dejando la química de lado), pero los más estrictos con estas cosas me perdonaréis, lo menciono así porque sé que mucha gente lo llama de esa manera y es como buscará información sobre el mismo. Hecho este paréntesis, seguimos con un ejemplo.
 
Pongamos el siguiente ejemplo sobre un miedo muy común: El miedo al rechazo. En el pasado era muy práctico. El ser humano está predispuesto a vivir en grupo y actuar como una comunidad para superar los grandes desafíos. En nuestro origen, si un individuo era rechazado por su grupo, acabaría viviendo solo y expuesto a los peligros de los depredadores.  En resumidas cuentas, ese problema con el rechazo se resumiría en: Si te rechazaban, tus posibilidades de morir aumentaban considerablemente.
 
Hoy en día hay que perderle ese miedo al miedo, la situación no es la misma y esta inseguridad se ve reflejada en el escénico cuando tenemos que hablar ante desconocidos o personas con las que tenemos poca relación. La gente vive en ciudades o pueblos de cierto tamaño, existen cientos de grupos diferentes en nuestro alrededor a los que podríamos pertenecer y además, en caso de que nos rechazara un grupo, podríamos estar seguros de que ningún depredador nos va a devorar.
 
Creo que es un ejemplo que deja bastante claro cuando el miedo deja de ser real (y por tanto, útil) y sobre cuando en realidad resulta ser algo psicológico y mental que no llega a representar un peligro auténtico para nosotros. La angustia y ansiedad que nos da sentirnos en peligro tenemos que analizarla en la medida que la situación lo permita. Si hay un peligro real hay que tenerlo en cuenta, en cambio si es imaginario basado en un impulso interior que busca defendernos de un peligro que actualmente ya no existe podemos trabajar sobre eso para poder superar el miedo irracional.
 
Después de todo, la sociedad avanza mucho más deprisa que la adaptación genética.