CONSECUENCIAS ABUSO LARGO PLAZO.

Los efectos dependen de la intensidad y duración, de la edad de la víctima y solidez de su estructura psíquica, del valor asignado al agresor… También de otros sucesos importantes que le hayan podido fortalecer o debilitar posteriormente. No siempre hay secuelas importantes, pero un porcentaje elevado presenta dificultades que afectan al conjunto de la persona. Los podemos esquematizar en estas áreas: psicológica, sexual, psicosomática, social y escala de valores. 

Jueves, 21 de septiembre de 2017

 
    - Psicológicas: El Yo en su conjunto, queda amenazado; por eso hay fragilidad con acentuada inestabilidad emocional; depresión, autolesiones, incluso intento de suicidio; ansiedad y tensión elevadas; confusión en su identidad sexual; dificultad para integrar su desarrollo y su corporalidad (mimetización, camuflaje, evitación, exhibición…). Confusión. Destaca un fuerte sentimiento de vergüenza, culpa, suciedad… 
 
    - Sexual: Desarrollada de forma traumática o violentada. La sexualidad no está bien integrada, con oscilaciones entre una fuerte erotización y un fuerte rechazo e inhibición, anorgasmia, impotencia; negación o promiscuidad (incluída prostitución).
 
    - Psicosomática: El cuerpo en su conjunto está especialmente dolido y no puede digerir. Aparecen dolores crónicos generales, hipocondría, alteraciones gastrointestinales, en la alimentación ( anorexia-bulimia). Insomnio, pesadillas. Dificultad en la atención, memoria, concentración. 
 
    - Sociales: ¿Cómo confiar en el otro? ¿Cómo hablar de uno mismo? Por tanto aparece una fuerte desconfianza, con repliegue, aislamiento, incomunicación… Hostilidad hacia el sexo agresor; relaciones teñidas de vergüenza, culpabilidad… A veces se cae en lo marginal (drogas, prostitución).
 
    - Escala de valores: Al romperse los tabúes y principios más sólidos, los religiosos y morales…, la víctima suele perder dichos valores y adopta una actitud asocial, o actuar de forma provocadora que conlleva riesgo.
 
En general, se presentan los efectos shock postraumático: sexualización traumática, pérdida de confianza en las relaciones, estigmatización social (sentirse marcada de por vida), y sentimiento de impotencia e indefensión.